Lógicamente los pies de los perros están diseñados para caminar y correr, y por ello tienen gran importancia para ellos. Por tanto es esencial que les ayudemos a protegerlos.
Entre las funciones de las almohadillas están el proporcionar amortiguación adicional para ayudar a proteger los huesos y las articulaciones de los golpes e impactos, aislar contra el clima extremo, ayudar a caminar sobre terreno áspero y a proteger el tejido profundo de la pata. Con todas estas importantes funciones que realizan, es básico mantenerlas funcionales y protegidas. ¿Cómo? En nueve puntos os explicamos cómo las podéis proteger.
Correcta pedicura: las uñas del perro deben casi tocar el suelo cuando caminan. Si escuchamos a las uñas haciendo “click” o se enganchan en el suelo, es momento de cortarlas.
Recorte del pelo: vigilar el pelo de la pata con regularidad para evitar nudos dolorosos, peinar el pelo entre los dedos y recortarlo si está demasiado largo.
Limpieza entre dedos y almohadillas: los objetos extraños pueden quedar atrapados o enredados entre ellos. Hay que comprobar con regularidad que no haya guijarros, espigas, cuerpos extraños o espinas que puedan generar molestias y problemas posteriores. Si son muy pequeños pueden eliminarse con un par de pinzas.
¡Hidratación, hidratación e hidratación!: las almohadillas pueden llegar a resecarse y agrietarse. Existen productos en el mercado para acondicionar e hidratar las almohadillas y proporcionarles la protección que necesitan. Nuestro veterinario nos asesorará sobre su uso.
Masaje profundo de la pata: esto relajará a nuestro perro y promoverá una mejor circulación. Incluiremos las almohadillas y cada dedo. De esta manera, podemos también localizar objetos extraños que hayan pasado desapercibidos en anteriores exámenes
Comenzar el ejercicio lenta y constantemente: las almohadillas son sensibles y sufrirán si comenzamos un programa de deporte o largas caminatas de manera brusca. Debemos ir poco a poco, de esa manera permitiremos que las almohadillas se endurezcan, lo que les conferirá mayor resistencia. Existen también productos tópicos protectores específicos, en crema o spray, para promover dicho endurecimiento
Kit de primeros auxilios: no es inusual que los perros sufran cortes u otras heridas, no olvidar que hay que limpiarlas y desinfectarlas. Si son pequeñas puede ser suficiente, pero para heridas más profundas recurriremos a al veterinario.
¡Cuidado con las quemaduras!: en verano evitaremos caminar sobre pavimento, asfalto o arena muy caliente porque puede provocar quemaduras o llagas. Para quemaduras leves, un antiséptico y un vendaje suelto puede ser suficiente. Para quemaduras graves, visitaremos a nuestro veterinario inmediatamente.
¡Atención a las bajas temperaturas!: el frío intenso puede provocar agrietamiento, fisuras o quemaduras incluso. En caso de hielo o nieve es conveniente la utilización de vaselina entre los dedos y almohadillas, pues actúa como barrera, y unos booties o botines de neopreno protectores para que tenga un paseo o carrera cómodo y seguro.
Las almohadillas son muy sensibles y, en el caso de los perros de deporte, unas estructuras importantísimas en cuanto a su mantenimiento. Cuidando estos nueve puntos nos olvidaremos de los problemas.
Fuente: El Blog de ARION
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